jueves, 6 de noviembre de 2008

BIOGRAFÍA





'LA HERENCIA DE PEDRO ROCA SAURA. MEMORIAS DE UN MURCIANO IRREPETIBLE'


PUBLICAN LA PRIMERA BIOGRAFÍA DEL EMPRESARIO MURCIANO PEDRO ROCA SAURA, FUNDADOR DE IFEPA Y DE LA ONG 'AMIGOS DE MALÍ'

'La herencia de Pedro Roca Saura. Memorias de un murciano irrepetible' es obra del periodista Manuel Madrid y ha sido editada por la Asociación Cultural La Herencia de Torre Pacheco


MURCIA. 6 de Noviembre de 2008. La Asociación Cultural La Herencia conmemora el quinto aniversario de la muerte del empresario Pedro Roca Saura (1956-2003), una figura clave en el despegue económico y social de la Región en los años 80 y 90, con la edición de un libro, 'LA HERENCIA DE PEDRO ROCA SAURA. Memorias de un murciano irrepetible'. A través de los testimonios de más de cuarenta allegados, el periodista Manuel Madrid (Murcia, 1979) ha reconstruido la vida de este "agricultor ilustrado" que fundó la primera institución ferial de la Región de Murcia, IFEPA. Mentor de jóvenes emprendedores, malabarista para los negocios y un gran relaciones públicas de la Región, Pedro Roca nació en El Jimenado (Torre Pacheco) en 1956 y murió a los 47 años el 28 de abril de 2003 mientras estaba en lista de espera para recibir un trasplante de pulmón en el hospital Vall d'Hebrón de Barcelona.

“Pericales”, sobrenombre familiar, estudió Ingeniería Técnica Agrícola en la Universidad Laboral de Sevilla y dedicó su vida a impulsar la economía del Campo de Cartagena a través de su oficina de estudios y proyectos técnicos, desde la que creó un sinfín de cooperativas agrarias y diseñó infraestructuras para el desarrollo de la comarca como invernaderos, balsas de riegos, naves industriales, mataderos y centros comerciales. En 1984 consiguió la primera subvención de la Comunidad Autónoma de Murcia para la creación del recinto ferial de IFEPA, que hasta entonces se venía celebrando en un campo de fútbol de Torre Pacheco donde se exhibía al aire libre maquinaria y productos agrícolas. IFEPA organizó bajo su dirección y gerencia siete certámenes anuales (Agricultura, Alimentación, Turismo, Automoción, Construcción, Ofimática, Arte y Moda) y tres salones paralelos (Agua; Mármol y Piedra, y Bodas y Celebraciones) y llegó a convertirse con los años "en un acontecimiento ineludible por el que pasaban la flor y nata de la economía y sociedad de la Región. Pedro fue también miembro fundador del sindicato de jóvenes agricultores, Asaja, y uno de los artífices de que en 1986 se lograra la ampliación del Trasvase Tajo-Segura a una tercera zona regable en el Campo de Cartagena, la Cota 120, que afecta a 11.000 hectáreas de suelo fértil.

En 1994 Pedro Roca abandona la institución ferial para hacer "un paréntesis en su vida" y viaja a Malí, uno de los países más pobres de África Occidental, para reencontrarse con los que habían sido sus maestros en el internado del colegio de los salesianos de Cabezo de Torres, Alberto Serrano y Paco Silvestre, personas de gran influencia en el empresario pachequero. Aquel viaje le hizo enfocar su vida y sus negocios de una forma más pausada, se apartó de la escena pública y afrontó unos años "fecundos y extraordinarios" en el plano personal. Fundó en 1997 la ONG 'Proyecto África-Amigos de Malí' y se volcó en la creación de infraestructuras escolares y sanitarias en el que acabó siendo el país de sus sueños. En la ONG involucró a profesionales sanitarios de los hospitales de la Región, a infinidad de empresarios y personas anónimas que se dejaron guiar por este gran "Merlín de los Sueños" que quiso mucho a África y también se hizo querer en Malí, donde varias escuelas y hospitales del país llevan hoy su nombre.

Los últimos años de la vida de Pedro Roca estuvieron marcados por una fibrosis pulmonar, que no le impidió crear en el Campo de Cartagena los primeros albergues para trabajadores inmigrantes y ocupar puestos de responsabilidad como la presidencia del Club de Golf de Torre Pacheco (uno de los primeros seis campos públicos que se construyeron en España), la presidencia del Rotary Club de Torre Pacheco y la presidencia de la Asociación Cultural 'La Herencia', "el sitio de reunión y encuentro de las culturas y de los pueblos", desde la que organizó las famosas “comidas de los martes” en su finca familiar de El Jimenado "para soñar y compartir inquietudes". Por la Casa Grande desfilaron importantes personajes de la escena pública como miembros del Gobierno regional, empresarios de todos los ámbitos, intelectuales y artistas, que participaron en conferencias multitudinarias con la excusa de comer "unas patatas con huevos fritos". La Herencia llegó a convertirse en uno de los foros de opinión más libres bajo la batuta de Pericales, que ejercía como "maestro de ceremonias".

La Casa Grande de El Jimenado, ligada a los últimos templarios de la Región y un lugar de enorme interés arqueológico, fue también el refugio espiritual de Pedro Roca en los años más delicados de su enfermedad y allí fue donde construyó la plaza de toros Carmen del Alba, donde entrenan hoy los jóvenes novilleros de la Escuela de Tauromaquia de la Región. Valiente y emprendedor, con un sentido del humor envidiable y una vitalidad encomiable aún en los años más difíciles de su enfermedad, Pedro Roca se convirtió en el "mayor embajador de Torre Pacheco". "Nunca se avergonzó de ser murciano y todas sus pequeñas y grandes conquistas se trazaron con el afán de engendrar un mañana de riqueza y armonía para la Región de Murcia", asegura en el libro el periodista Manuel Madrid. "Pedro presumía de ser más del campo que San Isidro Labrador -sostiene el biógrafo- y lograba hipnotizar a cualquiera con su afecto, fraternidad y solidaridad. Fue un domador de conciencias, un ocurrente contador de historias y un enfermo desobediente y lograba sobrecoger con su campechana generosidad, su desparpajo, su salesiana constancia y su arrebatada manera de vivir sin descanso".

Pachequero universal, impenitente murcianista y español confeso, la Asociación Cultural La Herencia, que ahora edita este libro, confía en que el legado de Pedro Roca Saura sirva de ejemplo, inspiración y estímulo para las nuevas generaciones de emprendedores que siguen pensando que "otro mundo es posible".

No hay comentarios: